El especialista en temas militares Valentin Vasilescu describe el papel de los aviones de reconocimiento de Estados Unidos e Israel involucrados en el incidente del Estrecho de Kerch. Estos datos han sido confirmados por el FSB –del cual dependen los guardacostas de la Federación Rusa–, que además divulgó los videos grabados durante los interrogatorios realizados a los marinos ucranianos detenidos y un documento ocupado a bordo de una de las unidades de superficie de Ucrania.
Los medios de prensa internacionales están divulgando información incorrecta sobre el incidente ocurrido en el Estrecho de Kerch y lo hacen para hacer creer al público que fue un acto de Rusia tendiente a restringir el tráfico marítimo internacional. Mi opinión es que este incidente puede tener graves consecuencias para Rusia en el plano militar, incluyendo la posibilidad de perder Crimea.
Las tropas terrestres no siempre disponen de suficiente información sobre el enemigo y recurren entonces a procedimientos de «reconocimiento» para recoger información adicional. Por ejemplo, un grupo de reconocimiento que se desplaza en vehículos de alta movilidad inicia un enfrentamiento de pocos minutos y después, si no es capturado, se retira muy rápidamente.
Durante el incidente ocurrido en el Estrecho de Kerch, el 25 de noviembre de 2018, las 2 lanchas blindadas y artilladas ucranianas (Berdyansk y Nikopol), de la clase Gyurza-M, efectuaron una misión de reconocimiento. Su objetivo no era cruzar el Estrecho de Kerch sino provocar una reacción del dispositivo ruso de combate a cargo de la defensa del puente que cruza el estrecho. Las dos lanchas ucranianas son ideales para ese tipo de misión ya que son más rápidas y más maniobrables que los guardacostas ucranianos y que los navíos mejor armados de Ucrania.
Esa fue la parte visible del incidente. Pero hubo otra parte, la parte invisible, que es mucho más importante que todo lo que han mencionado los medios de prensa.
El hecho es que las informaciones que se obtienen en una «operación de reconocimiento» no son recogidas por el grupo de reconocimiento que entra en contacto con el enemigo –en este caso las lanchas artilladas Berdyansk y Nikopol de la marina de guerra de Ucrania– sino por otra estructura de reconocimiento que actúa en secreto.
Esa estructura se encarga de vigilar la reacción del enemigo –en este caso, el dispositivo de defensa del puente ruso y del Estrecho de Kerch– utilizando para ello puestos de observación terrestres, medios aéreos, medios navales, sistemas de detección de transmisiones y radiofrecuencias, sistemas de detección de señales de radar, sistemas de detección de emisiones infrarrojas, etc. El ejército de Ucrania no ha desplegado en el Estrecho de Kerch un dispositivo de reconocimiento tan complejo simplemente porque no dispone de los medios necesarios. Pero, como ya mostrábamos en un artículo anterior, un poco antes del incidente, Estados Unidos e Israel sí estuvieron muy activos en esa región [1].
El 5 de noviembre, un avión ruso Su-27 interceptó en la zona un avión estadounidense de reconocimiento EP-3E [2], serie 157316, indicativo AS17, proveniente de la base de Suda, en la isla de Creta (Grecia). El 19 de noviembre, un avión israelí de reconocimiento de Israel Gulfstream G-550 Nachshon Aitam (indicativo de vuelo 537) también sobrevoló el Mar Negro alrededor del Estrecho de Kerch.
El incidente de Kerch fue seguido durante todo el día por aviones estadounidenses de reconocimiento dedicado a la «inteligencia de señales» (SIGINT). Uno de esos aviones, del tipo RC-135V, serie 64-14841, indicativo JONAS 21, con base en Suda, en la isla de Creta (Grecia), voló sobre el litoral del Mar Negro, cerca de Crimea. Una segunda aeronave [estadounidense], un drone de vuelo a gran altitud del tipo RQ-4B, serie 11-2047, indicativo FORTE10, voló al este de Ucrania cerca del Mar de Azov. Ese drone RQ-4B se controla desde la base estadounidense de Sigonella, en la isla de Sicilia (Italia).
El 27 de noviembre, otro avión de reconocimiento P-8A, serie 168859, efectuó un vuelo de reconocimiento en el Estrecho de Kerch y en Crimea, desde la base de Sigonella (Italia).
SIGINT (siglas que corresponden a Signals Intelligence es la vigilancia que incluye la detección y posible intercepción de comunicaciones (radio, telefonía móvil, canales de transmisión de datos, internet), o sea lo que se designa como COMINT (Communications Intelligence) y la detección y posible intercepción de señales de radares y de otros dispositivos de navegación, detección o intercepción (señales infrarrojas, laser, etc.) que pertenecen a la categoría ELINT (Electronic Intelligence).
Gracias a ese equipamiento, montado en aviones de reconocimiento, el incidente provocado por las unidades de superficie ucranianas en el Estrecho de Kerch permitió a los estadounidenses conocer en detalle:
– La composición y emplazamiento del dispositivo terrestre y marítimo ruso destinado a proteger el estrecho;
– la estructura de gestión de situaciones y las frecuencias de radio utilizadas;
– las etapas del procedimiento de intervención y las responsabilidades de las diferentes subunidades rusas aéreas, terrestres y navales, según su plan de cooperación;
– las direcciones y sectores mal defendidos o vulnerables.
En resumen, aunque las fuerzas rusas interceptaron las pequeñas unidades de superficie ucranianas y detuvieron a sus tripulantes, esas unidades cumplieron su misión, misión que sólo pudo haber sido determinada por Estados Unidos.
[1] «Estrecho de Kerch: el incidente parece preparado y planificado por Estados Unidos e Israel», por Valentin Vasilescu, Red Voltaire, 28 de noviembre de 2018.
[2] El EP-3E es un avión estadounidense especializado en la detección y seguimiento de señales radioeléctricas. Nota de la Red Voltaire.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter