Los dirigentes políticos de la OTAN se reuniron para celebrar el aniversario de ese bloque militar sin el presidente estadounidense Donald Trump. En el mismo momento, Trump –contradiciendo la opinión de esa alianza– proponía a China y Rusia un desarme nuclear parcial. Mientras tanto, militantes pacifistas llamaban simple y llanamente a salir de la OTAN, posición cercana a la del presidente Trump.
Los ministros de Relaciones Exteriores de los 29 países miembros de la OTAN celebraron el 70º aniversario de esa alianza militar, pero no en su cuartel general de Bruselas sino en Washington, en la sede del Departamento de Estado. Como maestro de ceremonias, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, se limitó a anunciar el discurso de apertura del secretario de Estado Mike Pompeo.
La OTAN, según explica el Departamento de Estado estadounidense, es importante porque gracias a ella «Estados Unidos puede enfrentar mejor, militar y políticamente, las amenazas globales contra sus intereses: la OTAN sigue siendo fundamental para las operaciones militares de Estados Unidos en la región transatlántica (o sea, en Europa) y en otras regiones estratégicamente críticas, como el Medio Oriente y el Asia Meridional».
¿Qué significa eso? Que el propio Departamento de Estado nos está diciendo claramente que la OTAN es un instrumento de Estados Unidos. Esa afirmación no ha provocado absolutamente ninguna reacción política.
La única reacción política en Italia vino del coloquio organizado en conjunto por el Comité No a la Guerra, No a la OTAN y Global Research, centro dirigido en Montreal por Michel Chossudovsky. El coloquio tuvo lugar en Florencia (Italia) el 7 de abril en presencia de 600 participantes.
Las conclusiones de ese coloquio se exponen en el siguiente documento:
Declaración de Florencia por un frente internacional para la salida de la OTAN
El peligro de una gran guerra que, con el uso de armas nucleares, podría significar el fin de la Humanidad, es real y creciente, aunque la opinión pública no lo perciba ya que se le mantiene en la ignorancia de ese peligro inminente.
Implicarnos a fondo para salir del sistema de guerra es de vital importancia. Y eso plantea la cuestión sobre la membresía de Italia y de otros países europeos a la OTAN.
La OTAN no es una alianza. Es una organización que se halla bajo las órdenes del Pentágono, cuyo objetivo es el control militar de Europa Occidental y Oriental.
Las bases militares de Estados Unidos en los países miembros de la OTAN están al servicio del país que las ocupa y que mantiene en ellas una presencia militar permanente que permite a Washington ejercer su influencia y control sobre los países que acogen dicha bases e impedir la adopción de decisiones de manera realmente democrática.
La OTAN es una máquina de guerra que opera en función de los intereses de Estados Unidos, con la complicidad de los grandes grupos europeos de poder y haciéndose culpable de crímenes contra la humanidad, como sucedió en las guerras contra Yugoslavia, Afganistán, Libia y otros países.
La guerra de agresión que la OTAN dirigió contra Yugoslavia en 1999 abrió el camino a la mundialización de las intervenciones militares, con las guerras contra Afganistán, Libia, Siria y Siria, en total violación del derecho internacional.
Esas guerras son financiadas por los países miembros [de la OTAN], cuyos presupuestos militares van en constante aumento, en detrimento de los gastos sociales, para apoyar programas militares colosales como el programa nuclear estadounidense de 1 200 millardos de dólares [1].
En violación del Tratado de No Proliferación [nuclear], Estados Unidos despliega armas nucleares en 5 países no nucleares miembros de la OTAN, agitando el falso pretexto de la «amenaza rusa». Y pone así en peligro la seguridad de Europa.
Para salir del sistema de guerra que causa cada vez más daños y nos expone al riesgo inminente de una extensa guerra, hay que salir de la OTAN imponiendo nuestro derecho a ser Estados soberanos y neutrales.
Con ello podemos contribuir al desmantelamiento de la OTAN y de cualquier otra alianza militar, a la reconfiguración de las estructuras de toda la región europea, a la formación de un mundo multipolar donde se realicen las aspiraciones de los pueblos a la libertad y a la justicia social.
Nosotros proponemos la creación de un frente internacional NATO Exit (“Salida de la OTAN”) en todos los países europeos miembros de la OTAN, mediante la construcción de un red organizativa a un nivel de base capaz de respaldar la durísima lucha que habrá que librar para lograr ese objetivo, vital para nuestro porvenir.
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio
[1] 1 millardo = mil millones
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter