Estamos viendo, impotentes, como se perpetra una masacre contra la población de Gaza. ¡Ya hay 8 000 muertos! Las potencias occidentales han abandonado los civiles palestinos a su suerte. En este momento, la única preocupación de Occidente es seguir dominando el mundo. Lo que hoy está en juego en Gaza ya no es la cuestión palestina sino el orden internacional. Después de la derrota de la OTAN en Ucrania, la derrota de Israel en Gaza marcaría el fin de una época.
En tres cuartos de siglo, nunca hemos estado tan cerca de la confrontación general.
Este artículo da continuación a los trabajos titulados:
• «Cambio de paradigma en Palestina»,10 de octubre de 2023.
• «La censura militar israelí esconde la verdad», 17 de octubre de 2023.
• «Ante nosotros se prepara un crimen. ¿Haremos algo para impedirlo?, 24 de octubre de 2023.
La masacre
Los aviones de Israel siguen bombardeando Gaza, en represalia por el ataque de la resistencia palestina unida (con excepción de Al-Fatah), registrado el 7 de octubre. Las bombas israelíes siguen cayendo sobre la ciudad palestina, matando miles de personas. Según un sondeo de opinión realizado en junio de 2022 por el Palestinian Center for Policy and Survey Research, si en aquel momento se hubiesen realizado elecciones legislativas un 34% de los palestinos habría votado por el Hamas [1]. Eso significa que dos tercios de las víctimas de los bombardeos israelíes son palestinos hostiles al Hamas. Al mismo tiempo, el 71% están dispuestos a respaldar la lucha armada contra la ocupación israelí. Desde ese punto de vista, el 56% prefiere a Ismail Haniyeh (Hamas) frente a Mahmud Abbas (Al-Fatah).
En otras palabras, Israel no podrá liquidar el Hamas con bombardeos. Lo que harán sus bombas es matar la población palestina dispuesta a resistir.
La expulsión de la población de Gaza
Tres cuartas partes de las fuerzas terrestres de Israel están desplegadas frente al muro construido por el Estado hebreo alrededor de la franja de Gaza, y esperan la orden para penetrar allí y acabar con los sobrevivientes de los bombardeos.
Oficialmente, Estados Unidos espera evitar un genocidio, llamando Israel a la moderación. En realidad, Washington sabe que la operación israelí no está dirigida contra el Hamas sino que tiene como verdadero objetivo “resolver” la cuestión palestina expulsando a toda la población. Es por eso que el Departamento de Estado ya propuso al gobierno de Egipto anular la deuda externa de ese país (135 000 millones de dólares) a cambio de que acepte recibir a los 2,2 millones de gazauitas y otorgarles la ciudadanía egipcia.
Por ahora, el presidente egipcio, Abdelfatah Al-Sissi ha rechazado la propuesta. El gobierno egipcio sigue aplicando la resolución de la Liga Árabe, adoptada después de la Guerra de los Seis Días, según la cual desplazar a los palestinos y darles otra nacionalidad no es otra cosa que una maniobra falsamente compasiva tendiente a liquidar la causa palestina.
Leer : «El ministerio de Inteligencia de Israel recomendó expulsar a los gazauitas hacia Egipto», Red Voltaire, 31 de octubre de 2023.
La debilidad del ejército de Israel
Desde el inicio de esta guerra, o más bien de este nuevo episodio de una larga guerra, los israelíes están descubriendo la actual debilidad de sus fuerzas armadas. Desde 2015, la prensa especializada ya venía mencionando la decadencia del ejército israelí, pero no fue hasta 2018 que la clase política tomó conciencia del problema.
Fue entonces cuando el general Yitzhak Brik presentó sus señalamientos en ese sentido durante una audiencia ante el parlamento de Israel. Los diputados se quedaron estupefactos cuando el general Yitzhak Brik les explicó que los soldados israelíes han perdido el sentido de la defensa del país, que sus oficiales no vacilan en mentir para escapar a sus responsabilidades ante cualquier problema y que los generales se preocupan más por garantizarse una carrera como políticos que por cumplir sus responsabilidades como militares. Cinco años después de aquella audiencia del general Yitzhak Brik ante el parlamento israelí, ya no se puede decir que la situación sigue siendo la misma sino que ha empeorado.
Así que la prensa israelí está recordando en estos días aquellas declaraciones del general Yitzhak Brik, quien llegó ha subrayar en aquel momento que, ante una nueva guerra, los israelíes tendrían que defenderse a sí mismos, sin poder esperar ayuda de su propio ejército.
Eso fue precisamente lo que sucedió el 7 de octubre.
El 22 de octubre, el primer ministro, Benyamin Netanyahu, se tomó finalmente el trabajo de consultar al general Yitzhak Brik. Pero no hubo ningún comunicado, ninguna declaración que permita conocer el contenido de la conversación que sostuvieron. Sólo se sabe que el general Brik reclamó la destitución del director de la inteligencia militar (AMAN) y del jefe del mando sur.
Pero eso no es todo. Por primera vez, los adversarios de la colonización disponen de armamento avanzado. El estudio de los videos publicados por el Hamas demuestra que esa organización palestina dispone ahora de lanzacohetes antitanques de los tipos FGM-148 Javelin (de fabricación estadounidense), NLAW (fabricados en Suecia) y AT4 (fabricados tanto en Suecia como en Estados Unidos). Por su parte, el Hezbollah libanés cuenta con un arsenal impresionante de misiles de mediano alcance, lo cual, dado el entrenamiento de sus hombres, convierte a esa organización de la resistencia libanesa en una verdadera potencia militar, incluso superior a las fuerzas armadas de muchos Estados árabes.
En este momento, el Hamas dispone de armamento fabricado en Estados Unidos y en Suecia, armamento adquirido… en Ucrania, a través de oficiales corruptos de las fuerzas armadas ucranianas. En cuanto al Hezbollah, su armamento proviene fundamentalmente de Irán, probablemente enviado a través de Siria y de Irak, y nadie conoce la verdadera envergadura de su arsenal.
Por ahora, el conflicto se circunscribe a la franja de Gaza. Los palestinos de Cisjordania y de Israel no se han sublevado. Tampoco se han sublevado los refugiados palestinos en Jordania y Líbano. El Hezbollah está respetando la resolución 1701, texto que firmaron sus dirigentes al final de la guerra israelo-libanesa de 2006 [2]. Al firmar esa resolución, el Hezbollah se comprometió a no cruzar el río Litani y, al contrario de lo que hacen las potencias occidentales, esa organización de la resistencia libanesa sí respeta sus compromisos. Pero si Israel agrede a Líbano, el Hezbollah se considerará liberado de ese compromiso. Por ahora, los combatientes del Hezbollah se han limitado a destruir una a una las cámaras y los radares israelíes que vigilan la frontera libanesa, de manera que la resistencia libanesa puede sorprender allí al ejército de Israel, si llega a considerar que la situación lo hace necesario.
Las potencias occidentales han optado por sacrificar la población de Gaza
Estados Unidos, Francia y Reino Unido opusieron su triple veto a una propuesta de alto al fuego humanitario presentada en el Consejo de Seguridad. ¿Cómo interpretar ese triple veto occidental de otra manera que como la expresión del deseo de seguir prolongando un conflicto iniciado hace ya 76 años?
Desde ese punto de vista, es enteramente justificado el análisis que hace el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. En una reunión con los diputados de su partido, el presidente Erdogan declaró: «Los causantes del problema, por supuesto, no quieren una solución».
El presidente turco se refería así a la manera como el imperio francés y el imperio británico fabricaron la cuestión palestina, cuya solución sigue estando bloqueada hoy por los sucesores de aquellos imperios coloniales. Seguidamente recalcó: «Mientras más se agrava la crisis, mientras más se enraíza, mejor es para sus intereses (…) Ellos quieren que la cuestión palestina se agrave… quieren que la paz y la estabilidad nunca lleguen a esta región… quieren que la sombra de la guerra se mantenga siempre sobre el Mediterráneo oriental… quieren los pueblos que viven allí desde hace miles de años no se beneficien con los recursos de esas tierras… quieren que su sistema de explotación, basado en la sangre, en la persecución y las lágrimas, se mantenga. A eso nos oponemos. Rechazamos ese sistema de explotación cuyo precio están pagando todos lo pueblos de la región, musulmanes, cristianos y judíos.»
El contexto resulta tan vergonzoso para las potencias occidentales, que, desde la tribuna de la Asamblea Nacional de su país, la primera ministro de Francia, Elisabeth Borne, dijo que la propaganda rusa había mentido al anunciar que Francia había vetado una proposición [rusa] de alto al fuego. Pero, al hacer esa declaración, la primera ministro de Francia citó la proposición de Brasil, proposición que Francia sí apoyó, pero que fue vetada por Estados Unidos. En realidad hubo 2 proyectos de resolución en el mismo sentido: un proyecto que, observando la más estricta neutralidad, de rigor en toda acción humanitaria, no mencionaba ni condenaba a ninguna de las partes y que fue presentado por Rusia en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU realizada el 17 de octubre a puertas cerradas, resolución que Francia vetó, junto a Estados Unidos y al Reino Unido; y un proyecto brasileño que condenaba al Hamas y que fue presentado al Consejo de Seguridad durante una sesión pública, el 25 de octubre.
Francia no había recurrido al veto desde 1976 –lo utilizó entonces para mantener su presencia colonial en la isla de Mayotte–, pero lo utilizó el 17 de octubre, durante la sesión a puertas cerradas, para impedir la adopción del texto ruso que proponía el alto al fuego humanitario en Gaza. Así lo reconoció después Nicolas de Riviere, el representante permanente de Francia en el Consejo de Seguridad.
En resumen, en la sesión a puertas cerradas del 17 de octubre, Estados Unidos, Reino Unido y Francia vetaron el proyecto ruso que incluía el alto al fuego en Gaza. Y después, en la sesión pública del 25 de octubre, Francia votó por el proyecto brasileño –vetado por Estados Unidos– pero lo hizo a sabiendas de que el texto brasileño era de todas maneras inaplicable porque condenaba a una de las partes, el Hamas.
El fin de Occidente
Pero todavía hay otra explicación.
Inicialmente, Estados Unidos llamó Israel a actuar con moderación… pero inmediatamente envió a la región dos grupos aeronavales y estableció un puente aéreo –con 97 aviones– para enviar a la región grandes cantidades de munición de artillería, tanto a Israel como a Jordania y Chipre. Y después, Estados Unidos bombardeó a las milicias proiraníes en Irak y en Siria. O sea, Washington ha reflexionado sobre las consecuencias que podría tener una derrota de Israel en Gaza, inmediatamente después de la derrota de la OTAN en Ucrania. Ya nadie sentiría temor frente a Occidente y todas las “reglas” impuestas en contradicción con el Derecho Internacional se verían súbitamente cuestionadas. Todos los pueblos que Occidente ha mantenido sojuzgados desde hace siglos, todos los pueblos que ha venido explotando descaradamente se levantarían entonces. Eso sería un cambio radical de época.
El rencor acumulado durante decenios hace pensar que ese levantamiento podría estar marcado por hechos como los que ahora se atribuyen al Hamas. Así que las potencias occidentales han decidido mirar para otro lado mientras la carnicería prosigue en Gaza. Occidente sabe perfectamente que está facilitando y permitiendo un genocidio, pero prefiere ese genocidio a tener que rendir cuentas por sus crímenes pasados y actuales.
Lo que hoy está en juego ya no es la cuestión palestina sino la supremacía de Occidente, la preservación de sus “reglas” y las ventajas que tales “reglas” todavía confieren a las potencias occidentales.
La tensión es en estos días mucho más grave que nunca desde la Segunda Guerra Mundial. Rusia tiene plena conciencia de ello y por eso se prepara para una eventual guerra nuclear. Desde el inicio del conflicto en Gaza, las fuerzas armadas de la Federación Rusa han realizado dos ejercicios militares de gran envergadura, incluso con lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales.
Ya no se trata de un “juego de guerra”. Las fuerzas armadas rusas han simulado incluso la muerte de un tercio de la población de su pais y la transformación de una parte del inmenso territorio ruso en zona prohibida debido a las consecuencias de un golpe nuclear masivo del enemigo.
[1] “Public Opinion Poll No (88)”, Palestinian Center for Policy and Survey Research, junio de 2022.
[2] L’Effroyable imposture 2. Manipulations et Fake News, Thierry Meyssan, Demi-Lune, 2007. También publicado en español, este libro está enteramente dedicado a la agresión israelí de 2006 contra Líbano.
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