A la historia universal pasaron las imágenes captadas de instantes claves en aquellos días de la invasión a Girón, en abril de 1961, cuando el imperialismo sufrió su primera gran derrota militar en América Latina.
Nombres como Alberto Korda, Raúl Corrales y Sergio Canales revelaron al mundo las verdaderas ambiciones territoriales del inquilino de turno de la Casa Blanca, John F. Kennedy.
Otro que sobresalió en la trascendental e histórica epopeya, liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, fue Tirso Martínez, reportero del periódico Revolución y colaborador de varias publicaciones de épocas anteriores, pues había nacido en La Habana el 15 de julio de 1915.
Tirso, testigo excepcional también del asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957, encabezado por el líder estudiantil José Antonio Echeverría (Manzanita), captó con su cámara imágenes que pasaron a la posteridad.
Sin embargo, la foto que trascendió la epopeya de Girón y recorrió el mundo fue la tomada por Martínez en el momento que Fidel descendía del tanque T-34 en Playa Larga, ante la presencia de un pelotón de infantería y varios fotorreporteros.
Gracias al olfato periodístico y la experiencia de Tirso, las jóvenes generaciones podrán recordar ese importante momento de la historia. La imagen aparece impresa a relieve en la medalla conmemorativa de aquella gesta.
Según sus propias palabras, suceso de particular significación fue el encuentro que, junto a otros fotógrafos y combatientes, sostuvieron con Fidel en la ensenada de Buenaventura.
Al llegar el líder de la Revolución a aquel paraje y conocer de la muerte de Cecilio Miranda Díaz (Oriente), por fuerzas enemigas, inmediatamente le pidió el jeep a Tirso, quien comentó: ¡Ah, se me jodió el carro!
Fidel, dándole una palmada en el hombro le contestó: “te lo devuelvo en 10 minutos”, y luego de transcurrir ese tiempo apareció el Comandante en Jefe piloteando el tanque.
“Ahí le hice la foto donde se encuentra tirándose del tanque”, declaró hace dos décadas el audaz fotorreportero, quien falleciera el 11 de noviembre de 1990.
De acuerdo con sus modestas palabras lo que más le impresionó de Fidel en aquel instante “fue la sencillez con la cual respondió a mi abrupta exclamación: ¡Te lo devuelvo en 10 minutos…!”
A 49 años de aquel suceso histórico, aun permanecen vigentes las imágenes de Girón. En tanto, las apetencias imperialistas prosiguen hoy y constituyen llamado de alerta para los pueblos del mundo.
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