No pocos sueñan con el control de la inmensa riqueza petrolera de Venezuela, antes reservorio del despilfarro energético imperialista y fuente de ingresos mal habidos de la oligarquía local, y hoy totalmente en manos del país a cuenta de la política patriótica de la Revolución Bolivariana.
Una práctica que, por demás, y a partir de los históricos mandatos de unidad e integración regionales, viene beneficiando a numerosas naciones del Sur del hemisferio.
Así, PETROCARIBE, un organismo que suma a numerosos países de esa estratégica cuenca al abasto venezolano de crudo en condiciones sumamente favorables, se cuenta entre los ejemplos de cooperación y solidaridad energética que el desaparecido presidente Hugo Chávez promovió a favor de los menos favorecidos del área.
Gracias a esa iniciativa, que ya suma varios años de fructífero trabajo, pequeños estados como Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, El Salvador, Guatemala, Granada, Guyana, Nicaragua, República Dominicana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Surinam, tienen asegurado su abastecimiento petrolero bajo condiciones preferenciales, incluyendo préstamos a largo plazo y la opción de pago parcial mediante servicios o bienes.
Por añadidura, y al suavizar los términos de las respectivas facturas energéticas, PETROCARIBE permite la creación de fondos nacionales destinados a programas sociales y alimentarios, entre otros rubros de vital importancia para los signatarios.
Y desde luego, esa práctica nunca ha sido bien vista por los que -ya dijimos- sueñan con hacerse del control total del crudo venezolano.
De manera que para que no queden dudas, a raíz del deceso este cinco de marzo del Presidente Comandante Hugo Chávez, la nueva dirección de la Revolución Bolivariana se apresuró a advertir a oportunistas y renegados que la política petrolera trazada por el desaparecido líder no enfrentará cambio alguno, y que Venezuela sigue apostando por hacer de sus enormes reservas de crudo una fuente de progreso nacional y regional.
De manera que para las naciones signatarias del progresista pacto energético, entre las que se cuenta Cuba, nada se alterará en materia de colaboración y apoyo venezolanos.
Para nosotros, precisó en recientes declaraciones a la prensa el ministro venezolano de petróleo, Rafael Ramírez, nada ha cambiado a pesar de la dura pérdida del líder bolivariano, por tanto “su política de multipolaridad y de solidaridad esta vigente y más viva que nunca".
Acotó además que “uno de los compromisos fundamentales del compañero Nicolás Maduro es que aquí no se alterarán ni un ápice los temas fundamentales de la actuación del presidente Chávez.”
De manera que, aún ante la obligada ausencia del impulsor de PETROCARIBE, esa entidad, junto a otras de su autoría como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), persistirán en la batalla por hacer de nuestra zona geográfica uno de los ejes vitales del orbe.
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