Hacer una revolución por la vía pacífica no es tarea fácil, sobre todo cuando la burguesía, aunque destronada políticamente, mantiene importantes espacios de poder económico y mediático, y cuenta además con el apoyo de la derecha internacional y los centros de poder mundial.
Ese es el caso de Venezuela, inmersa actualmente en el proceso electoral de cara a los comicios del 26 de septiembre, cuando se elegirán 165 escaños a la Asamblea Nacional y 12 representantes al Parlamento Latinoamericano (PARLATINO).
Al evaluar la situación política actual en ese país, el embajador de Venezuela en Cuba, Ronald Blanco La Cruz, afirma a la AIN que “la revolución bolivariana cuenta con el apoyo mayoritario de la población, pero existe un sector que no escatima recursos para engañar y tratar de recuperar los espacios perdidos”.
En 2005, la oposición se retiró de las elecciones parlamentarias en vano intento por deslegitimar al gobierno, por lo que la Asamblea Nacional Venezolana está integrada casi en su totalidad por representantes de los partidos políticos que apoyan al proceso revolucionario.
“Esta vez, acota Blanco La Cruz, la estrategia opositora es obtener los escaños que le permitan sabotear, desde dentro del poder legislativo, la marcha del proyecto socialista”.
Las fuerzas bolivarianas, por su parte, aspiran a mantener como mínimo dos tercios de los diputados con el objetivo de asegurar la continuidad del proceso de cambios revolucionarios.
“Se trata, afirma el diplomático, de una oligarquía con muy poca ética, que ha retomado el desabastecimiento como arma política pues controlan redes de producción y distribución, e intensifican su permanente campaña mediática para culpar al gobierno de los problemas que esto ocasiona.
“Conscientes de la gran expectativa generada a nivel nacional e internacional en cuanto al resultado de estos comicios, y para enfrentar la feroz campaña de prensa burguesa, los revolucionarios han salido a la calle, con los medios disponibles, y sobre todo diciendo la verdad”, añade.
Asegura que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), “no solo ha demostrado elevado nivel de convocatoria, también ofrece gran muestra de democracia interna al seleccionar a sus candidatos por las bases, lo cual le concede fuerza a sus propuestas.
“Esperamos una victoria contundente para el proceso revolucionario, sin embargo, es batalla que no está ganada aún”, afirma a pesar de que las últimas encuestas dan la victoria al proceso bolivariano.
“No podemos confiarnos porque pueden existir encuestas manipuladas con el objetivo de desmovilizar y desmotivar la asistencia a los centros electorales y, por otra parte, los medios de comunicación burgueses, los cuales funcionan como partidos políticos, tratan de desacreditar nuestros esfuerzos.
“Los revolucionarios no escondemos nuestros problemas bajo la alfombra ni siquiera en época de elecciones; el pueblo venezolano está consciente de la honestidad de nuestra propuesta, y de que nuestro proyecto está en un proceso de corrección permanente”, finaliza.
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