Entrevista al canciller timorense, quien nos visitará próximamente.
Una de las primeras decisiones en política exterior de la joven República Democrática de Timor Leste tras acceder a su independencia formal el 20 de mayo de 2002, fue sumarse a la abrumadora mayoría que en la Asamblea General de las Naciones Unidas exige desde 1992 al Gobierno de Estados Unidos levantar incondicionalmente su genocida bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.
Aprovechando su próxima primera visita oficial a la nación caribeña entrevistamos a Zacarías Albano da Costa, ministro de los Negocios Extranjeros (Canciller) de ese pequeño país del sureste asiático, con casi un millón de habitantes.
“Nosotros hemos estado en esta batalla contra el bloqueo al lado del pueblo cubano y estaremos de su parte, pues es un reclamo de toda la comunidad internacional. Más temprano que tarde tendrá que ser levantado…”, fue la respuesta del jefe de la diplomacia timorense durante la entrevista efectuada en su despacho de la sede de la Cancillería, único inmueble que en Dili, la capital del territorio, dispone de elevador.
Timor Leste y la Antilla Mayor, dos pequeñas naciones situadas en las antípodas geográficas, tienen una historia similar de sacrificada y larga lucha por su independencia, siempre coartada por apetencias imperiales de despiadadas potencias globales o regionales.
De ahí que el titular timorense reconozca el valor de la resistencia de 11 millones de cubanos por mantener su soberanía frente a la hostil política de la Casa Blanca y considere como heroica la firme decisión de la Patria de José Martí de defender su libertad, y “verdaderamente tenemos conocimiento de la trayectoria de la vida del Che Guevara, de Fidel Castro, del desarrollo de la Revolución cubana”, destaca.
Licenciado en Portugal en Humanidades Clásicas, y perteneciente a la generación timorense credida y formada en el exilio durante los 24 años que duró la ocupación de esa nación por el régimen indonesio del general Suharto, Albano da Costa, todo un políglota (habla ocho idiomas), se refiere a las metas de su venidero viaje a La Habana.
“El objetivo de mi visita buscará fundamentalmente estrechar los lazos de amistad y hermandad. También quiero llevar el mensaje de agradecimiento al pueblo y Gobierno de Cuba por el apoyo que ha dado a Timor Leste. Fidel Castro es amigo del pueblo timorense y la cooperación antillana ha tenido un gran impacto en nuestro país”.
Desde hace casi cuatro años, una brigada médica cubana recorre los más apartados rincones de los 14 mil 874 kilómetros cuadrados de ese montañoso territorio, dando salud y recogiendo en cambio amplias muestras de simpatía y reconocimiento.
Una de las 10 naciones más pobres del planeta, Timor tiene un complicado cuadro sanitario, en el cual predominan enfermedades como la malaria, dengue, tuberculosis, parasitismo y altas tasas de mortalidad infantil, que pretende revertir con la cooperación de la ínsula caribeña. La Mayor Antilla también asiste al joven Estado en su lucha contra el analfabetismo, que afecta a casi el 50 por ciento de su población.
Los médicos de la Isla ya han atendido en consultas y en terreno a una cifra superior a los dos millones de pacientes, salvado más de 10 mil vidas y realizado más de 13 mil 800 partos.
Sobre este particular el interlocutor expresa:
“Nuestro pueblo aprecia mucho la labor de la brigada de colaboración cubana. Los timorenses tienen una percepción positiva del trabajo que ha desarrollado, pues da la posibilidad de acceso a servicios que de otra manera no tendrían.
“Han demostrado tesón y sacrificio en condiciones difíciles y lejos de sus hogares. Ellos han prestado valiosa contribución, inclusive en lugares muy distantes donde los propios timorenses no van. Es algo muy peculiar que en muchas comunidades los pobladores no quieran dejarlos partir.
“El pueblo timorense sabe distinguir con mucha precisión la ayuda que recibimos de Cuba sin condiciones, desinteresada, solidaria, que viene de muy lejos, y que apreciamos mucho.”
Finalmente, el Ministro de los Negocios Extranjeros exhortó a los casi 700 timorenses que cursan la carrera de Medicina en la mayor de las Antillas a estudiar y trabajar mucho, pues cuentan con ellos para el desarrollo de la Patria.
“Esperamos que puedan aprender del coraje del pueblo cubano. A pesar del bloqueo económico, Cuba es un país que esta encabezando la batalla por la vida y yo creo que resulta un ejemplo muy grande para Timor Leste. No obstante nuestros problemas tenemos que avanzar con la cabeza erguida, porque no estamos solos, están con nosotros nuestros hermanos de Cuba y juntos podemos caminar hacia el progreso y el desarrollo de Timor Leste.
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