Con las miras puestas en profundizar sus relaciones de cooperación e identificar nuevas iniciativas en este campo que contribuyan al avance socioeconómico en esta parte del planeta, comienza este lunes la III Cumbre entre Cuba y los 14 Estados miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM).
El tema central de la magna cita en Santiago de Cuba no deja lugar a dudas del propósito fundamental del encuentro: “La cooperación para una mayor integración del Caribe”, asignatura aún pendiente para nuestra América, pero vital para esta vulnerable zona de casi 27 millones de habitantes.
Esta frágil área, fuertemente azotada en los últimos años por grandes huracanes, continúa enfrentando enormes desafíos de índole política, económica, social y natural, que requieren de la atención y la acción mancomunada de los respectivos gobiernos participantes en la cita.
De ahí que en sus vitales deliberaciones los Jefes de Estado y Gobierno analicen temas tan vitales para sus pueblos como la grave crisis financiera, energética, alimentaria y medioambiental, y su impacto en la región.
Se examinará, de igual modo, la posición de Cuba y el CARICOM ante la venidera cumbre de América Latina y el Caribe sobre integración y desarrollo, convocada para Brasil, y la situación actual y perspectiva de la cooperación entre este grupo de naciones caribeñas.
La primera de estas cumbres tuvo lugar en La Habana en diciembre de 2002, en ocasión del aniversario 30 del establecimiento de las relaciones diplomáticas de Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago con Cuba, valiente gesto de estos cuatro miembros del CARICOM, que marcó el inicio del fin de la política de aislamiento en el entorno latinoamericano y caribeño impuesta contra la Revolución Cubana por las sucesivas administraciones norteamericanas.
El período transcurrido desde entonces ha sido testigo de importantes avances en los lazos dentro de esta zona geográfica, especialmente en la colaboración en materia educacional, formación de recursos humanos, de salud, energía, agricultura y otras esferas.
En ese sentido, y fiel al principio de solidaridad entre naciones, 778 cooperantes cubanos de la salud, de ellos 392 médicos, trabajan gratuitamente en Belice, Dominica, Guayana, Haití, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Surinam como parte del Programa Integral de Salud.
En Antigua y Barbuda, Aruba, Bonaire, Granada, Jamaica, Dominicana, San Cristóbal y Nevis y Trinidad y Tobago, laboran otros 235 profesionales cubanos, de ellos 60 galenos, en diversas modalidades en la esfera sanitaria.
Los resultados en 10 años de esta forma de colaboración son impresionantes y altamente apreciados por los gobiernos y pueblos caribeños, pues en esa etapa han sido realizadas unos 17 millones de consultas, más de 123 mil partos y una cifra superior a las 300 mil intervenciones quirúrgicas.
Por otro lado, con la Operación Milagro de rehabilitación oftalmológica, impulsada en la región por La Habana y Caracas, han vuelto a ver o mejorado su visión más de 54 mil 200 caribeños de 15 países.
Significativo impacto ha tenido, además, la formación de recursos humanos, pues desde 1961, en universidades cubanas, se han preparado como profesionales más de tres mil 270 jóvenes caribeños, de ellos mil 043 en la carrera de medicina.
El pueblo de Cuba valora altamente la irrestricta solidaridad política de sus vecinos inmediatos, quienes además de contribuir a la ruptura del aislamiento político-diplomático ordenado por la Casa Blanca en las décadas de los años 60 y 70 del pasado siglo, han mantenido una firme posición de rechazo en Naciones Unidas al bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno estadounidense contra la Isla.
La solidaridad no se detiene y tras el reciente paso de los huracanes por Cuba, en la Isla de la Juventud una brigada de linieros de San Vicente y las Granadinas ayuda a restablecer las destruidas redes eléctricas de esa parte del territorio cubano.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter