Con altibajos, sorteando escollos de todo tipo en materia política y económica, en particular de los gobiernos de Estados Unidos, el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) cumplirá 46 años de creado este diciembre.
No aconteció hasta el día 16 del onceno mes del año 1987 en que ocurrió su institucionalización en la ciudad de Lima, Perú, en tanto organismo regional, permanente y unicameral, integrado por los congresos y asambleas legislativas nacionales de América Latina elegidas democráticamente.
Defensa de la democracia, la integración latinoamericana, la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la igualdad jurídica de los estados, la prevalencia de los principios del derecho internacional en lo referente a la amistad entre las naciones y la cooperación aparecen, entre otros, como postulados del Parlatino.
Flavio Bravo Pardo, quien fuera presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba, presidió la comitiva de la antilla mayor al foro efectuado el 19 de junio de 1 985, ocasión en la cual, por abrumadora mayoría, de votos a favor, la Isla ingresó como miembro pleno del organismo regional.
En aquella ocasión, en la ciudad de Brasilia, Bravo Pardo expresó la importancia que los cubanos concedíamos al Parlatino porque “nos permite analizar nuestros problemas comunes”.
Desde entonces Cuba ha desempeñado notable rol en el seno de esa institución y ha ocupado diversas responsabilidades en sus estamentos.
Hace poco menos de un mes la Isla sirvió de sede al Seminario Internacional del Parlatino el cual evaluó los logros y desafíos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
En reunión efectuada en Guatemala, seis días antes, Cuba presentó el proyecto de Ley sobre la mitigación de desastres (fenómenos naturales, tecnológicos y sanitarios) y su relación directa con la voluntad política de los estados y gobiernos de cada país.
Foros del Parlamento Latinoamericano relativos a temas sobre la salud, la educación, cuestiones energéticas, entre otras temáticas, han contado con el apoyo y la experiencia de la mayor de las Antillas que ha puesto en manos de las naciones de la región diversos programas para encarar males de prolongada estadía.
Ejemplos fehacientes han sido los programas: “Yo sí puedo” (para la alfabetización) y “Yo sí puedo seguir” (enseñanza primaria), aplicados –y en ejecución— en numerosas naciones del continente, así como la Operación Milagro, mediante la cual han recuperado la visión miles de latinoamericanos y caribeños.
El Parlamento Latinoamericano ha puesto de relieve en diversos encuentros internacionales su posición contraria al injusto bloqueo económico, comercial y financiero que aplica el gobierno de los Estados Unidos contra La Habana, así como condena la campaña desatada por diversos medios de comunicación internacionales cuyo propósito es desacreditar a Cuba.
Los avances registrados en diversas naciones del área (Bolivia, Venezuela, Ecuador…) ponen de relieve cómo los pueblos de América Latina y el Caribe avanzan, de manera lenta pero con solidez, hacia su verdadera integración.
En ese contexto, el Parlatino puede desempeñar más cabalmente los postulados mediante los cuales fue concebido hace casi medio siglo.
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