Burla, temores, descaro… todo puede emplearse como calificativo en el alargamiento del juicio al connotado terrorista Luis Posada Carriles. La nueva fecha escogida es la del 11 de enero del 2011.
Lo risible no es la suspensión. Son los motivos: mentiroso y entrada ilegal a los Estados Unidos en 2005. ¡Vaya tomadura de pelo!
El abogado José Pertierra, quien representa a Venezuela en el caso de solicitud de extradición del confeso asesino, ha dicho en declaraciones a Telesur que la justicia de Estados Unidos, con la prolongación del juicio, tal parece “lo prefiere ver muerto antes que extraditado”.
Algo así como lo acontecido con el dictador chileno Augusto Pinochet, quien falleciera de muerte natural el 10 de diciembre de 2006. ¡Oh casualidad! El Día Internacional de los Derechos Humanos! Se fue sin pagar los enormes montos que debía al pueblo y la justicia del país suramericano.
“El poder en los EE.UU. no necesariamente está en la Oficina Oval”, ha comentado el abogado, “el Presidente tiene cierto poder, pero hay mucho de este en las sombras y figuran el Pentágono, la CIA y personas que tienen mucho que perder si Posada Carriles es extraditado a Venezuela y comienza a cantar como un perico”.
Posada, además, ha sido criminal muy vinculado a la familia Bush: desde la voladura del avión de Cubana en Barbados, en 1976, hasta el escándalo Irán-Contras. Desde George padre jefe de la CIA, más tarde vicepresidente del gobierno estadounidense hasta como mandatario de esa nación.
Pero en lo que se suponía fuera la vista, hace solo un par de semanas, la jueza Kathlee Cardone, del Tribunal de El Paso, Texas, prorrogó el juicio y aseguró “ahora la nueva fecha es definitiva y no requiere nuevos retrasos”.
Tal pareciera, sugerente coincidencia, que la oculta diestra de algún poderoso manto protector se encargara de cuidar las espaldas del anciano criminal y apareciera, de súbito, la muerte que algunos “de arriba” anhelan y esperan.
Luis Posada no es cualquier terrorista, ha asegurado el abogado José Pertierra. “Es un hombre de mucho nivel dentro de la CIA” “(…) entonces, si habla, lo hace sobre quien le daba órdenes”.
El entorpecimiento a efectuar la vista, según el letrado, es para “procesarlo por otra cosa y dilatar la decisión sobre la extradición”. “(…) Por eso, en cada oportunidad que tiene la Fiscalía pide una prórroga, porque la solución que buscan es biológica, prefieren verlo muerto antes que extraditarlo”. “(…) Si lo extraditan, el miedo que tienen es que cante”.
La voladura del avión de Cubana de Aviación, en Barbados, en 1976, acto aborrecible y criminal en el cual perecieron 73 personas; y la muerte del joven italiano Fabio di Celmo a causa de la explosión de la bomba en el hotel Copacabana, se insertan en la cadena de atentados que el terrorista y sus secuaces organizaron para ser ejecutados en diversos hoteles y restaurantes de La Habana.
A contrapelo de lo imaginable, en 1998, en exclusiva al diario The New York Times, Posada Carriles, al igual que ante el crimen de Barbados, se jactó de ser el autor intelectual de tales atentados en la capital cubana, cuyo propósito era aterrorizar a los turistas para que no viajaran a la Isla.
Algo más o menos similar a lo que declarara el general Augusto Pinochet a una televisora de Miami, a raíz de su 88 cumpleaños, cuando se autocalificó como “ángel bueno” sin “remordimientos por nada”.
Pertierra, en su pedido de extradición del asesino, ha puesto en manos de las autoridades judiciales estadounidenses la extensa folia del criminal sin que nada acontezca en ese sentido. Como se dice: ¡buen billete se mueve en el affaire Posada Carriles!
La realidad: el juicio no se lleva a cabo y Posada Carriles pasea su figura por Miami y otros lares de este planeta con prisiones más o menos intercaladas. Pero, a decir mera verdad, ni con la muerte pagaría las atrocidades cometidas o salidas de su perverso cerebro.
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